Van de Antonio

Unas vacaciones en Camper se sienten vacaciones desde que te subes en ella y enciendes el motor.  Una conducción de un vehículo clásico, con todas las comodidades en un habitáculo donde hasta el último centímetro está aprovechado y pensado para que te sientas como en casa en cualquier lugar del mundo. Tanto si te gusta la aventura como si lo que necesitas es desconectar de tu día a día en los parajes más tranquilos y aislados. En conexión con la naturaleza o aparcada en una ciudad para que puedas recorrer sus calles. Su altura de menos de 2.10 metros la hace perfecta para casi cualquier parking cerrado de cualquier ciudad o centro comercial, o para parkings al aire libre con altura máxima limitada. Aunque dé la impresión de que hacer vida dentro del habitáculo y no poder estar de pie es incómodo, está todo muy bien pensado para hacer las tareas (cocinar, ducharse, lavar los platos) cómodamente sentado, teniendo todo lo necesario al alcance de la mano. La discreción de los cristales tintados y el hecho de que la cabina esté separada del habitáculo la hacen más segura y menos llamativa.